Descripción
Madre María dictó los primeros 7 misterios del rosario, después el octavo y posteriormente el de los 5 rayos secretos, con la tierna esperanza de que los hijos e hijas de Dios en todo el mundo, respondieran al llamado del Rayo de la Madre.
La Bendita Virgen dijo a Elizabeth Clare Prophet que, cuando un número suficiente de Guardianes de la Llama recitaran con diligencia y devoción estos misterios sagrados, entregaría el décimo cuarto rosario.
“Entregádselo todo a Dios y dejad que os devuelva lo que Él quiere que guardéis. Mis niños, que el misterio de la entrega sea el ritual de someter a la llama todas las vestiduras de vuestra conciencia, tal como pondrías vuestra ropa sucia en la lavadora.
Sí, entregádselo todo a Él. Y por la noche, mientras dormís, que el Espíritu Santo limpie y purifique toda célula y átomo, vuestros pensamientos y sentimientos más íntimos y todos los rayos oscurecidos que se esconden en los pliegues de vuestra vestidura.
“Tomad el misterio de la entrega y que conmemore el momento de vuestra muerte a la realidad, el momento de soltar toda justificación del ego humano, de un falso sentido de responsabilidad por el que creéis que los amigos, la familia y los seres queridos dependen de vosotros y no de Dios.
Soltad las cosas que creéis, en vuestro orgullo, que nunca haréis o las cosas que creéis, que siempre haréis. Soltad todos los apegos humanos. Soltad toda ambición excepto el deseo divino dentro de vosotros de ser Dios.”